Llega el fin de año y muchas empresas tienen que renovar su contrato de la luz. Aguas revueltas para los cazacontratos…
La electricidad en 2020 ha sido la más barata de los últimos tiempos, con diferencia. Las circunstancias excepcionales han tenido la culpa.
Pero con la posible ¿reactivación? de la economía, lo que vaya a pasar a pasar a partir de enero, nadie lo sabe. El mercado eléctrico es cada vez más complejo, tiene más variables y aparecen más factores que influyen en los precios. Y en ese contexto, si tienes una empresa y prevés que vas a consumir mucha electricidad… ¿qué tipo de contrato vas a firmar? ¿Te la jugarás con un precio fijo? ¿O vas a hacer caso a tu agente, que te insiste en que el mercado será bajista y en que cierres con él uno variable?
Es alucinante la gran cantidad de empresas que se resignan a los contratos de la electricidad que les ponen sobre la mesa.
La realidad es que, ahora mismo, la gran mayoría de las comercializadoras (que son las que, en definitiva, montan los precios) se están lanzando a la caza del campo fotovoltaico para obtener su propio precio fijo.
Se están firmando muchos PPAs (contratos directos con empresas que tienen instalaciones que generan energía, normalmente de un campo fotovoltaico) en busca de tener un coste fijo en la electricidad que van a comprar. Mientras los consumidores dudan, los que les van a revender la energía se cubren ante posibles subidas de la demanda y del coste energético. Se habla de cerrar precios de compra para los próximos 5 o 10 años entorno a los 46-48€MWh, que se empezarán vendiendo en 2021, a nada que suba el consumo, entre 54-58€ en P1.
Prepara el bolsillo….
En este contexto, muchas empresas ya se mueven para eliminar variables en su coste energético. Y hacen exactamente lo mismo que están haciendo las comercializadoras, que si algo saben, es de energía: invertir en fotovoltaica.
Llevo meses visitando a clientes y a posibles, algunos de ellos entre las empresas más grandes de este país y el camino elegido por todos ellos es el mismo. Y es que, haciendo números gordos, una instalación de 100kW en una cubierta cualquiera de España viene a producir unos 170.000kWh anuales y tiene un coste estimado, en la mayoría de los casos, entre 80.000 y 100.000€. Con una vida útil de 25-30 años, eso nos deja el kWh autoproducido a un precio medio entre 0,04-0,06€ durante todo ese tiempo. Descuéntale los gastos de mantenimiento de la instalación, que son muy pequeños, pero añádele que el precio del mercado de la energía subirá en las próximas décadas (como mínimo el IPC) y ya tienes el mismo argumento de peso que está haciendo que las comercializadoras se lancen a “cazar” campos fotovoltaicos.
¿Gastar el dinero en placas? Di, más bien, invertir en placas. Si la energía es un recurso más de los que necesitas para producir, ¿invertir para conseguirlo más barato no es una muy buena opción?
Si desde hace ya bastante tiempo, además, lo puedes financiar porque ya hay muchos bancos que apuestan por ello… ¿qué contratarás cuando te pongan la oferta sobre la mesa? ¿Precio fijo o indexado?
