¿DISEÑO Y DECORACIÓN VS INGENIERÍA?

Todos sabemos que, en una vivienda de lujo, como arquitecto y/o decorador de alto nivel, no dejas nunca nada al azar: buscas las formas, los materiales exclusivos, la luz, las texturas más vanguardistas y los colores que crean atmósferas únicas para deleite de tu cliente…

Pero, ¿Qué ocurre cuando llega el ingeniero y te dibuja un enchufe, un interruptor o un teclado de control en medio de un espacio tan trabajado?

¿Le intentas sobornar para que obvie la normativa?

¿Le presionas el cuello hasta que lo borra del Cad?

¿Insistes a tu cliente para que le despida y busque a otro?

Llevo ya muchos años en esto y, excepto el punto A, he vivido todos los otros en varias ocasiones.

Reconozco que integrar esos y otros elementos sin romper la estética es un verdadero reto en espacios donde cada detalle cuenta.  Y esto es parte importante de mi trabajo, también.

En la imagen que te adjunto, de una vivienda que he dirigido recientemente en Altea, los mecanismos eléctricos han sido cuidadosamente camuflados en el papel pintado, manteniendo la pureza del diseño sin renunciar a su funcionalidad.

 

Cuando la técnica se entiende con el diseño
Un buen proyecto de ingeniería debe hablar el mismo lenguaje que el diseño de interiores o que la arquitectura del edificio, encontrando soluciones para que la tecnología se integre de forma natural en el espacio.

Mecanismos invisibles, funcionalidad intacta
Buscar soluciones en mecanismos que puedan personalizarse, empotrarse, ocultarse o mimetizarse con los materiales y acabados para no interferir en la estética.  O en tecnologías que nos permitan evitarlos sin comprometer la funcionalidad, el confort o ignorar la normativa.

Arquitectura, diseño e ingeniería, un equipo alineado
Trabajar con un estudio de ingeniería que comprenda la importancia del diseño marca la diferencia en proyectos de viviendas de lujo. No se trata solo de dibujar lo que haya que instalar, sino de aportar soluciones que respeten y potencien la visión del arquitecto o del interiorista.

La excelencia no está solo en lo que se ve, también en todo lo que no se ve pero que tiene que existir para alcanzar una experiencia impecable.