Tal vez recuerdes que a finales de 2021 saltó a la prensa la noticia de la «posibilidad real» de sufrir un gran apagón. Desde el gobierno de Austria se decía que «la cuestión no es si sucederá o no, sino cuándo».
Esta idea caló de una forma u otra en la mayoría de nosotros, pero la respuesta en general fue bastante tibia y realmente se produjeron pocas reacciones a la misma.
Aunque tengo que contaros que, ante los acontecimientos de las últimas horas, en varios proyectos de casasdensueño se me ha solicitado la incorporación de acumuladores de energía a la instalación fotovoltaica proyectada, con un sistema de backup que permita que el inversor continúe suministrando electricidad, de los paneles o de la batería, aunque la Red Eléctrica esté «muerta».
En la inmensa mayoría de las instalaciones fotovoltaicas para viviendas, los fabricantes han puesto de moda los inversores híbridos. Son esos que disponen de serie de una salida para la conexión de baterías de acumulación y cuyo software está preparado para enchufarlas en el momento de instalarlos o con posterioridad.
Pero la venta de baterías es harina de otro costal. Por su normalmente elevado precio, su instalación se dejaba “para más adelante”, máxime sabiendo que se iba a colocar un inversor preparado para cuando llegara el momento.
Pero como estaba contando, en las viviendas de lujo en las que nunca se ha reparado en gastos y menos en temas de seguridad, la colocación del sistema de backup y un buen equipo de baterías de litio se está convirtiendo en imprescindible.
No sabemos lo que nos depara el futuro, pero ciertamente estoy convencido que la búsqueda de la autonomía energética, en mayor o menor medida, ha venido para quedarse. Comenzará, como siempre pasa con todos los avances técnicos, por los más pudientes. Pero, poco a poco, se irá implantando a todos los niveles y en la mayoría de hogares y, por qué no, también negocios e industria.