Hablar de construir una vivienda y minimizar el impacto medioambiental es un tanto contradictorio, pues el mero hecho de edificar sobre un terreno implica su alteración.
La incorporación de materiales, tecnologías y sistemas orientados hacia la sostenibilidad es avanzar para paliar, en la medida de lo posible, tanto el daño provocado con la obra como el resultante del uso diario de la casa. Este es el principio de la casadensueño sostenible.
Este concepto, además, se apoya en cinco pilares fundamentales que están pensados para maximizar el confort y la seguridad de sus habitantes. ¿Imposible? ¿Caro? ¿Utópico? Vamos a verlo…
1) El aprovechamiento y cuidado del entorno.
Una vivienda sostenible está bien orientada hacia la luz solar, fundamental para ahorrar energía y para el desarrollo de sus zonas verdes que, aparte de la función decorativa, ayudarán a controlar la temperatura, generarán sombras y reducirán nuestra huella de carbono.
También estará presente el control del uso del agua y su reutilización para riego, incluso la recogida y gestión de la lluvia. Y, por supuesto, el tratamiento de los residuos y desperdicios y su reciclaje.
2) El aislamiento y la ventilación.
Puede parecer contradictorio hablar al mismo tiempo de aislar y de ventilar, pero la base de todo ello está en la idea de generar un espacio de temperatura y calidad del aire controlada, de forma que no entra aire por otro sitio que no sea a través de filtros dispuestos a tal fin.
Los la calidad y perfecta instalación de los cerramientos juegan un papel fundamental en este segundo punto.
A nivel de obra, aislar y evitar puentes térmicos interior-exterior. Y también en esa línea están los recuperadores de calor, que garantizan la ventilación eficiente del espacio interior. Introducen en la casa aire filtrado del exterior, que se cruza (sin mezclarse) con el aire que extraemos al mismo tiempo del interior, también filtrado. Así aprovechamos la temperatura que ya teníamos dentro de la casa para calentar/enfriar el aire que renovamos. Con este proceso, obtenemos y generamos aire más limpio y consumimos menos energía para alcanzar el punto de confort térmico y de humedad que buscamos.
3) La autogeneración y el autoconsumo.
Nunca fue tan fácil autogenerar la energía que precisa una casadesueño. La incorporación de paneles fotovoltaicos, además, ya no está reñida necesariamente con la estética de la construcción. Encontramos soluciones “all black” o, incluso, paneles flexibles adaptables casi a cualquier superficie, como proponen mis compañeros de ATRAE en www.atrae.net
Adicionalmente en España, con la nueva normativa sobre el autoconsumo que se alinea con el resto de Europa, promociona y facilita este tipo de instalaciones, elimina impuestos e, incluso, propicia que la energía sobrante de casi cualquier instalación pueda ser compartida con el vecindario.
4) La monitorización y el control
Está bien todo lo que llevamos expuesto en este post, pero si no somos capaces de controlar y cuantificar aspectos como la calidad del aire obtenido, la energía consumida, el agua utilizada, programar la temperatura de consigna, etcétera, estamos obviando un punto muy importante en todo este proceso de sostenibilidad de la vivienda.
También a día de hoy existen suficientes elementos para controlar todo esto. Y a distancia. Incluso de forma autónoma. La casadensueño es cada vez más inteligente y gestiona de forma casi autónoma sus procesos, de forma que ya no tenemos que estar constantemente dándole a interruptores, programando relojes o termostatos. Todo esto ya funciona con sondas, mini estaciones meteorológicas…, integradas en sistemas domóticos. Y con visionado y controlado en tiempo real a través de cualquier dispositivo electrónico.
5) El uso de materiales sostenibles.
Por último y no menos importante hay que hablar del uso de materiales reciclados o poco contaminantes en el proceso de su elaboración y transporte. Madera, termoplásticos químicamente inertes y reciclables, corcho, celulosa, barro cocido…
Para todos ellos existen empresas que ofrecen información sobre la trazabilidad, esto es, la posibilidad de rastrear su proceso de producción para saber cómo, cuándo y dónde se produjo, de qué forma y hasta por quién.