En ocasiones un elemento de decoración puede representar un problema para las instalaciones que deben compartir espacio con él.
En esta preciosa vivienda de Moraira, era la pieza de mármol adosada que hacía las veces de cabecero de la cama.
La idea inicial era perforar y sacar cables para dos puntos de luz, uno sobre cada mesita. Pero la propiedad no encontraba una lámpara de pared que les convenciese ni tenía claro que quisiera hacer agujeros en la pieza.
Se pensó en colgar dos lámparas finas desde el techo, pero concluyeron que romperían con la horizontalidad del diseño y la sencillez de la estancia.
Y entonces se me ocurrió algo mucho más económico y discreto: recrecer con placas de yeso la pared encima de la pieza de mármol, de forma que este tramo de pared sobresaliese apenas dos centímetros más que la pieza. Y colocar en ese hueco, escondida y adherida sobre un perfil de aluminio oculto, una simple tira de led de parte a parte.
Gracias a la domótica, la tira se encendía en varios tramos e intensidades, combinándose entre ellos de forma que realizase la función de luz ambiente cuando se iluminaba en conjunto o de lectura regulable para cualquiera de los lados de la cama, al iluminarse sólo un tramo corto sobre cada mesilla.
